Regalé arreglos florales desde siempre. Se inicia por causa de un interés personal, hace más de 25 años, por muchos sentimientos muy genuinos y personales de regalar cosas bellas, una experiencia sublime y un profundo afecto a mis receptores, sea que fuesen estos, familiares o amigos en eventos especiales de la vida y del calendario anual.
Las flores siempre ha sido una pasión y motivo de alegrar mi vida y la otros. Con el transcurrir de los años pude trabajar con semillas, polinización de flores, plantas, producción de claveles y frutas. Sin estar jamás lejos del aroma, las formas perfectas y hermosura de las galanterías de la naturaleza.
Posterior a este gratificante desarrollo personal y experiencias laborales muy concretas, me llevaron a instalar una floristería hace casi una década, para seguir cultivando mi pasión y entusiasmo, usando la creatividad, imaginación, diseños únicos y ejecutar arreglos florales para personas que necesitaron flores para momentos de felicidad, amor, celebración, ilusión, gratitud o de consuelo, porque las flores tienen esa magia divina de acercar y reconfortar el alma, con lo sublime y hermoso de su esencia.
Una floristería puede ser refugio que entrega soluciones necesarias en un momento, y es así un viaje muy gratificante para acompañar al prójimo. Mis creaciones son un pequeño aporte y servicio a las vivencias de las personas. |